Del mamón:
¡Si no me pescan, no aporto!,
pasé al:
Si no aporto, ¿para qué me van a pescar?
Consecuentemente:
¿Si no aportas, para qué te voy a pescar?
¡Si no me pescan, no aporto!,
pasé al:
Si no aporto, ¿para qué me van a pescar?
Consecuentemente:
¿Si no aportas, para qué te voy a pescar?
¿Todavía te relacionas con los que te susurran tonteras en la cabeza?
Sí o no.
Recuerda lo que te dije la última vez.
¿Por qué pusiste la verificación?
¿Dudas de mí o quieres que deje de escribir aquí?
¡Decídete!
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