Fracasó Michelle I en su intento de una revolución tecno soft (liderada por Expansiva), aunque nunca tan soft dado el Traumasantiago. Ahora es el turno del populismo soft, como un historiador profetizó haciéndola llorar. Aunque tampoco tan soft, dado que las medidas más urgentes para sus nuevos cortesanos (operadores partidistas) son: construir el puente del Chacao y eliminar el impuesto a la gasolina. Es decir, como toda mina, la gordi un día dice una cosa, pero termina haciendo todo lo contrario. ¡Eso sí que es liderazgo! O, como se dice en alemán (recordemos que su exilio dorado fue en la RDA): Führertum.
El Transantiago puede pasar como pecado por omisión, ya que no se hizo caso ella misma al desoír su “instinto” (bien podría ver los “Grandes Eventos” en el 13, su canal amado, para comprobar lo que realmente ganaría si los escuchara más a menudo). Pero el realizar cualquiera de esas dos estupideces, sería tirar por el caño años de crecimiento, tal como han dicho los especialistas y el sentido común. Sería quitarle plata a los pobres, para seguir dándosela a los ricos. Según le he escuchado decir, todo lo contrario a su “programa” de desgobierno.
Sobra la razón de por qué ocupo la demodé palabra Revolución, es que en una revolución son las ideas las que guían la Historia del pueblo. Populismo es que los caprichos del pueblo sean las única guía. Como al pueblo le es imposible conocer la compleja maquinaria montada para su esclavitud, ya sea por su analfabetismo funcional (para los fines de esa misma maquinaria) o la espesa cortina de espectáculos que nublan su visión y narcotizan su voluntad, es que esta segunda vía nunca soluciona sus problemas, sólo los alivia como una inyección de morfina (populismo soft) o heroína (populismo heavy).
Para que veas lo cierto de esta última formulación, repasemos un hecho noticioso antiguo: el rechazo a la reforma de la constitución bolivariana se debió a que muchos de los supuestos partidarios del huguito les dio lata ir a votar. La oposición, en cambio, cual falange (en todo el político-militar sentido de la palabra) se cuadró con la misión y la cumplió a cabalidad. El coronel golpista fue derrotado por la misma disciplina que él cree encarnar. ¿La causa subyacente? El pueblo venezolano está tan engolosinado con lo que le da gratuitamente, que no estimó necesario hacer esfuerzo alguno, pues ya tiene todo lo que quiere y lo demás está más allá de sus apetitos. Doblemente narcotizado, carece de la fuerza con que abortó el golpe derechista de hace varios años. El pueblo escucha con el estómago, no con la mente.
Historia ficción: ¿Qué resultado tendría un golpe de dichas características ahora? Casi me dan ganas de comprobarlo empíricamente. Pero desear el mal es tan malo como cometerlo, dijo Jesús.
En todo caso, el final de esta historia está tan cerca, que mejor me concentro en mi tabla de surf.
Volviendo al tema del inicio. Como los viejos sabios de la “tribu” (concertacionista) sabían que su patético intento de ‘cambios’ y ‘reformas’ (pues eso es una ‘revolución soft’), la apoyaron, encuesta en mano, y tomaron palco para ver su caída por autogoles: “gobierno ciudadano” y “tecnocracia”. No se desgastaron en pelear con ella, sabiendo que jamás los oiría y para que no ser mal vistos por el pueblo, que la idolatraba, en su fase de ascenso. Ahora que está de capa caída, la gordi no tuvo más que ir a pedirles consejo y estos le dijeron: “Te lo dije. Lo que tienes que hacer ahora es... Pérez Yoma”.
Con él llegó la mano que aprieta y lo primero que dijo su vocero, el mismo de Ricardo I, fue: “Nuestra primera prioridad, será mantener el orden publico”. ¿Qué se entiende por orden público? Sólo se puede ir de la casa al trabajo y viceversa. El pretexto del “orden”, siempre ha servido para matar la libertad.
Como cada vez somos más los que no admiramos e idolatramos a los millonarios y “poderosos”, es que ellos han ido corriendo a la gordi, para que ella convierta la “fuerza pública” en los guardias privados de sus empresas, mejor dicho, sus campos de concentración remodelados. El ejemplo de Calbuco, hermoso pueblo donde estuve en 1992, es sólo el caso más patético, hasta el momento.
Recordemos que ella es la “Hija del General” y tiene un doctorado en Defensa y las fuerzas Armadas son su ‘familia’. ¿Qué significa todo eso? Que no le temblará la mano para aplicarle la Ley antiterrorista a todos los que le causen problemas, especialmente con aquellos que le manchen su imagen en el extranjero. Una digresión.
El caso de la activista, la Chepa, es distinto, porque su muerte sí le habría causado problemas en el extranjero, dados los fuertes vínculos que han establecido ciertos grupos mapuches en el extranjero, logrando gran visibilidad internacional. Habría quedado como mártir de su causa y eso habría servido para acusar al Estado chileno de violación a los derechos humanos. Como el hecho seria que ella estaría muerta, de nada valdría escudarse en que voluntariamente ella hubiese ayunado. Ahora el problema lo tienen los mapuches, pues perdieron LA carta que tenían para afianzar y concentrar la atención de la opinión pública nacional e internacional a favor de su causa. ¿Por qué? Ghandi, de quien se celebraron los 60 años de su asesinato, siempre estuvo dispuesto a morir por su CAUSA, ¡nunca por unos miserables privilegios carcelarios!
Se nota que no han aprendido nada de nada estos rebeldes de pacotilla. Esa es la razón por la que merecen y serán derrotados una vez más, como lo han sido siempre. Deben perderlo todo, para recién comenzar a ganar. Es ley de la vida, y la muerte.
El Estado policiaco es la última fase en la decadencia de una civilización: pasó con Roma y la U.R.S.S. Ahora le toca a la civilización mundial. Prepárate, éste imperio tiene los pies de barro y caerá casi por su propio peso, tal como dijo Daniel. ¿Qué harás cuando caiga el 2012, como dijo Pakal? Para ese momento, nada de lo que haces ahora, te servirá para vivir.
Dale gracias al KOSMOS por leer esto.
